Con cantos, papelitos y pirotecnia, la “diablada” tucumana le dio la bienvenida al plantel y al cuerpo técnico de Independiente, que arribaron ayer a nuestra provincia. Hacia las 19.30, el ómnibus que los trasladó desde el aeropuesto ingresó a la explanada del hotel de frente al parque 9 de Julio, donde se alojaron. Ya los esperaba alrededor de una centena de hinchas del “Rojo”; casi todos uniformados con diversas versiones de la camiseta del “Rey de Copas”.
El primero en descender del vehículo fue el entrenador, Ariel Holan. Aunque se mostró simpático y cordial con los hinchas, optó por no hacer declaraciones. La misma actitud adoptaron los jugadores. La delegación subió directamente a sus habitaciones. Personal del hotel les comunicó a los fanáticos que permanecían afuera que después de la cena -prevista para las 21.30- acaso algunos jugadores saldrían a firmar autógrafos o a tomarse selfies. Varios hinchas desistieron de esperar, y emprendieron la vuelta a casa.
“Vine con mi mamá y con mi hermana. Las tres somos hinchas; y como no podremos ir mañana a la cancha, quisimos venir a alentarlos aquí”, dijo Mariana Núñez, que había filmado con su celular el ingreso de Holan y del equipo.
“Me gusta mucho. Habla muy bien, y le devolvió a Independiente el buen fútbol, además de volver a ganar otros títulos internacionales”, añadió, en referencia al entrenador y a la Copa Sudamericana del año pasado y a la Suruga Bank, de este año.
Martín Romano vestía el modelo de camiseta de 1997, que muestra en la parte del frente el dibujo de un diablo. “Espero que mañana (por hoy) gane el ‘Rojo’. Con Atlético se hizo un duelo especial; no sé si un clásico, pero jugamos varios partidos y hay ‘pica’. Veremos”, expresó.